miércoles, 5 de octubre de 2011

Cuento: La Desgracia Por Víctor Zapata

La Desgracia

Cierto día cuando me encontré con el amor de mi vida yo le recordaba aquel día en el que nos encontramos al lado del mar, cuando le componía canciones y le tocaba con mi guitarra, el viento celoso de nosotros jugaba con tus rizos dorados, de los cuales solo queda la sombra ya que el tiempo los ha convertido en nieve, juntos pasábamos cada momento felices donde lo único que importaba era disfrutar de nuestro amor, de nuestra compañía, donde abrazados el tiempo no gobernaba y al juntarse tus labios con los míos el espacio entero se detenía y lo único que importaba era nuestro amor.
Hubiese deseado que aquellos momentos de amor nunca hubieran llegado a su fin, por eso maldigo el día que por mi estupidez cometí el error de engañarte, de irme sin importar lo que tú me brindabas, cuando sólo gobernaba mi orgullo y sólo pensaba en mí, te dejé a un lado del camino, recordando sólo las huellas de aquel amor, donde sólo queda una habitación llena de sanguijuelas en la cual dejé de mirar la vida con color por el vacío en mí interior a falta de tu amor.
Sólo me queda aferrarme al recuerdo de lo que algún día llamé felicidad. Quedan atrás los recuerdos en Roma además compartíamos y disfrutábamos el uno del otro, cuando empezamos a hacer menos difícil nuestras vidas y en ese momento me enamoré de ti sin pensar en que podría pasar con mi vida, pero te perdí amándote, sólo por miedo a disfrutar de la felicidad eterna junto a ti, por eso aquel día te pedí que me perdonaras y te dije lo arrepentido que me encontraba de haberte abandonado, y esperé que me perdonaras en aquel atardecer.




1 comentario:

  1. hola espero que esten muy el cuento tiene una moraleja muy buena espero sigan construyendo muchos mas se cuidan

    ResponderEliminar